martes, 22 de enero de 2013

Necochea: Ecos Diarios amenaza despedir a fotógrafo accidentado

La empresa editorial Ecos Diarios SAECI S. A. amenazó con despedir al fotógrafo Juan Carlos Dray si no se presenta a trabajar dentro de las 48 horas después de recibir un telegrama en el que fue intimado
Dray hace poco más de un año que no ejerce su profesión como consecuencia del grave accidente que lo tuvo como protagonista, el 15 de enero de 2012, durante la carrera denominada “Desafío de la costa”, oportunidad en la que fue atropellado por un cuatriciclo de competición.
En ese momento, nuestro compañero estaba cubriendo las alternativas de la competencia para Ecos Diarios, pero desde entonces padeció el abandono absoluto de la empresa sin interesarle el estado por el que atravesó, ni cómo vive en la actualidad, pese a que el accidente se produjo mientras desempeñaba su trabajo como fotógrafo.
La editorial entiende que al cumplirse el año del lamentable episodio la ART le dio el alta médica, pero nada está más alejado de la realidad. No sólo no cuenta con la correspondiente alta médica, sino que se estableció un importante grado de incapacidad física que no le permite desempeñar su tarea.
Pasado un año del accidente, Dray sigue abandonado en su casa sin tener respuestas satisfactorias ni de la empresa para la que trabaja, como tampoco de las autoridades correspondientes responsables del evento.
La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPren) junto a su filial el Sindicato de Prensa Necochea (SiPreNe) apoyan y acompañan a Dray en esta lucha del trabajador para que se haga justicia y se reconozca el estado en el que quedó inmerso, no sólo física, sino también psicológicamente.

La prueba “Desafío de la Costa” se llevó a cabo el 15 de enero de 2012 en médanos correspondientes a los partidos de Necochea y Lobería.
Dray cumplía con el cometido que le había encomendado la empresa editorial para la que trabaja, Ecos Diarios SAECI S.A. cuando resultó atropellado por un cuatriciclo de competición, que le produjo heridas de extrema gravedad.
Durante todo este tiempo todavía no se sabe quién fue el organizador de la prueba; si la misma cumplió con los requisitos de seguridad correspondientes, por lo que al fotógrafo se le hace casi imposible determinar a quién responsabilizar por lo ocurrido.
Un párrafo aparte se merece la empresa Ecos Diarios que durante todo este tiempo también dejó a su empleado abandonado al azar y como si fuera poco, ahora amenaza con despedirlo.
Fuente: FATPren

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