lunes, 16 de marzo de 2015

Cesa la cadena mexicana MVS relación laboral con la periodista Carmen Aristegui

MVS Radio dio por terminada su relación laboral con la periodista Carmen Aristegui este domingo, tras más de seis años de colaboración, informó la empresa a través de un comunicado en su portal de internet
Ayer por la noche, MVS Radio dio por terminada su relación de trabajo con la periodista Carmen Aristegui Flores e informó que la empresa no aceptó el ultimato de la conductora que fijó como condición para resolver el problema “que enfrentamos”: la reinstalación de Irving Huerta y Daniel Lizárraga, éste último coordinador de la Unidad de Investigaciones Especiales, quienes fueron separados de la empresa el pasado jueves.
En un comunicado en su portal (ver completo abajo), la empresa informó de la terminación de su relación de trabajo con Aristegui, y subrayó que “los colaboradores fueron separados de sus cargos por haber comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin haberlo consultado previamente con la administración”.
Agregó que lamenta la posición de la conductora, “pero como empresa no podemos aceptar condicionamientos y el ultimato de nuestros colaboradores. El diálogo no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos”.
La empresa sostiene que en MVS Radio “trabajamos en equipo. La cultura de nuestra organización gira en torno a ese concepto, por lo que las actitudes individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto. No podemos permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros, y mucho menos que se pretenda imponer a la administración condiciones y ultimatos”.
Subraya el comunicado que “la libertad de expresión se ejerce cabalmente en MVS Radio, tal y como ha quedado demostrado en el caso particular de Carmen Aristegui”.
Luego que se difundió el comunicado de MVS Radio en su portal, el ombudsman de la audiencia de noticias de esa radiofifusora, Gabriel Sosa Plata, tuiteó cuatro mensajes:
“Como ombudsman MVS veo con preocupación y molestia que las miles de peticiones de los radioescuchas no fueron escuchadas ni atendidas”. En el segundo mensaje destacó: “Es una noche triste para el periodismo y la libertad de expresión. Por más que convocamos al diálogo, imperó la cerrazón”.
En un tercer mensaje, el ombudsman escribió: “Las condiciones impuestas a la periodista eran simplemente inaceptables por dignidad profesional y por cambio unilateral a su contrato”. En el último tuit aseveró: “La audiencia de @NoticiasMVS tienen razón de estar molesta porque en este diferendo fue ignorado totalmente”.
En otro momento, ayer por la tarde, el mismo ombudsman había informado que los lineamientos que MVS Radio aplicará desde el lunes 16 de marzo “modifican unilateralmente las condiciones del contrato y acuerdo firmado el primero de enero de 1999 con la periodista Carmen Aristegui y no son producto de una acción consensuada”.
En un posicionamiento dado a conocer este domingo (ver completo abajo), el defensor reconoce el derecho de la empresa a hacer públicos los lineamientos a los que se sujetarán sus conductores de noticias, al considerar que se trata de “una práctica que abona a la transparencia de la relación entre la empresa y los periodistas”.
Sin embargo, advierte que la defensoría no fue consultada para emitir opinión previa sobre tales lineamientos.
Del análisis de esos lineamientos, Sosa Plata concluye que se está “frente a una decisión de empresa de llevar directamente, a través del director de Noticias MVS, la agenda informativa de los noticiarios, coordinar la unidad de investigaciones especiales (que estaba bajo la dirección de la periodista Carmen Aristegui) y nombrar (en conjunto con los conductores) a sus colaboradores”.
También señala que la decisión empresarial implica “modificar segmentos, mesas de debate, participación de comentaristas o secciones con base en los estudios de empresas especializadas, insertar libremente contenidos en las emisiones (sin acuerdo con los conductores), prescindir de los corresponsales extranjeros ‘para optimizar recursos financieros’ (lo que tendrá implicaciones en la calidad de la información internacional que se ofrece a la audiencia) y ordenar la transmisión de los noticiarios desde cualquier localidad que se indique”.
Resalta el derecho de la empresa a establecer las normas de la relación con sus empleados, “siempre y cuando dichas reglas no violen la ley ni los derechos fundamentales de los contratados”.
Al respecto, menciona las condiciones de contratación de Carmen Aristegui, “en cuyo Anexo B ‘sobre política editorial y reglas de conducta ética’, se establece una serie de lineamientos, entre los cuales destaca que ‘los titulares de cada una de las emisiones serán responsables finales del contenido y dinámica de sus espacios’, quienes ‘desarrollarán su tarea en un pleno ejercicio de libertad de expresión’”, por lo que los nuevos lineamientos estarían contraviniendo al contrato firmado en 1999.
Mexicoleaks
El conflicto ha surgido a raíz de la decisión de la periodista de unirse al proyecto Mexicoleaks, una plataforma de denuncia ciudadana y de transparencia de los poderes públicos similar a WikiLeaks. Una decisión que no ha gustado a la dirección de la emisora, que ha acusado a Arístegui de usar el nombre de la radio sin contar con facultades para ello y sin consultarlo con la administración. MVS ya despidió el jueves por ese motivo, aduciendo "falta de confianza", a los periodistas Daniel Lizárraga e Irving Huerta, miembros del equipo de investigación de Arístegui, quien pidió en antena su reincorporación como condición para resolver el conflicto.
La publicación de la existencia de la llamada 'Casa Blanca' de la esposa del presidente, la actriz Angélica Rivera, forzó a ésta a poner en venta los derechos de la casa, que todavía no había terminado de pagar y que aseguró haber comprado con lo que había ganado a través de su trabajo.
La casa había sido adquirida a Grupo Higa, subsidiaria de una empresa integrante de un consorcio que había ganado una millonaria licitación del Estado para la construcción de un tren de alta velocidad que fue cancelada tras la publicación.
Días después, otros medios revelaron que también el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, había comprado una casa a Grupo Higa y que el propio presidente poseía una propiedad adquirida a otro contratista beneficiado con contratos de obra cuando era gobernador.

El comunicado de MVS:
MVS Radio no acepta el ultimátum de Carmen Aristegui
  • Termina la relación de trabajo.
  • La libertad de expresión se ejerce cabalmente en MVS Radio, tal y como ha quedado demostrado en el caso particular deCarmen Aristegui.
  • La empresa continuará con sus servicios informativos.
El día de hoy MVS Radio ha dado por terminada la relación de trabajo que tenía con la periodista Carmen Aristegui Flores, en virtud de que la periodista fijó como condición para resolver el problema que enfrentamos la reinstalación de dos de nuestros colaboradores. Es pertinente recordar que estos dos colaboradores fueron separados de sus cargos por haber comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin haberlo consultado previamente con la administración de la empresa.
Lamentamos la posición de la conductora, pero como empresa no podemos aceptar condicionamientos y ultimatos de nuestros colaboradores. El diálogo, no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos.
En MVS Radio, trabajamos en equipo. La cultura de nuestra organización gira en torno a ese concepto, por lo que las actitudes individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto. No podemos permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros y mucho menos que pretenda imponer a la administración condiciones y ultimatos.
Nuestros conductores y reporteros encuentran aquí un espacio propicio para desarrollarse profesionalmente. La libertad de expresión se ejerce cabalmente en MVS Radio, tal y como ha quedado demostrado en el caso particular de Carmen Aristegui.
Por las anteriores razones, la administración de MVS Radio decidió dar por terminada la relación con la señora Carmen Aristegui.
Lamentamos, sinceramente, el término de la relación laboral con la periodista Carmen Aristegui y le deseamos buena suerte en su desarrollo profesional futuro.
A nuestros colaboradores, los invitamos a seguir trabajando en equipo y redoblar esfuerzos en un clima de armonía, respeto y responsabilidad.
MVS Noticias refrenda su compromiso con la audiencia para que el ejercicio periodístico de nuestros medios, siga siendo abierto, plural y crítico.

Posicionamiento del Ombudsman






Lydia Cacho: Es un “Apartheid informativo”
Este es el "Plan B", de Lydia Cacho, como cada lunes en este sitio de noticias
El trabajo de investigación reporteril es la piedra angular del periodismo socialmente útil.
Ningún buen medio de comunicación sobrevive concredibilidad y prestigio sin un grupo de reporteras y reporteros profesionales, éticos, capaces de jugarse la vida a ratos y de arriesgarse a los cada vez más notables y sistemáticos ataques vengativos de gobernadores, alcaldes, policías y personajes públicos que tienen el dinero para crear ciberdesacreditadores, periódicos y revistas estilo pasquín hechos a modo para la defensa a ultranza de los poderes fácticos y de los pactos de corrupción que tienen a nuestro país arrodillado ante la violencia y desánimo que las corruptelas generan en todos los ámbitos políticos y sociales.
En los últimos años hemos presenciado y documentado los daños directos y colaterales de los ataques a la prensa, tanto a medios particulares como a periodistas en lo individual.
Hemos buscado nuevas formas para explicar con claridad el costo emocional, profesional y económico que tiene para una reportera haber sido encarcelada y torturada por órdenes de un gobernador abocado a defender a la delincuencia organizada; o a una reportera amenazada por militares hasta el día en que apareció asesinada en su hogar; o el de un editor que fue secuestrado durante 60 horas para torturarlo psicológicamente y luego soltarlo lleno de miedo, advertido por los criminales de que su vida y los textos del periódico ya no le pertenecen a él sino al líder del cártel.
Paralelamente hemos documentado con nombres, apellidos y cifras comprobables que por cada periodista perseguida, amenazado, hay una decena que renuncia o se somete,se prostituye por miedo al peligro potencial o simplemente porque no tenía vocación y ética.
Nada es tan simple como parece, no todos tienen la fortaleza y resiliencia para seguir adelante a pesar del peligro, de la fatiga emocional por vivir bajo espionaje estatal, a pesar de los ataques constantes a integridad, de los intentos por desacreditarles inventando historias sobre una supuesta vida privada. No todos ni todas resisten el miedo a las amenazas contra sus hijos o padres, ni tampoco es fácil soportar las crisis de pareja que derivan de haber elegido una profesión de alto riesgo como el periodismo, en el que sí aplica eso de necesitar tener la lengua larga y la cola corta.
Es claro que los criminales organizados y los políticos que ejercen el poder desde la ideología de la corrupción delictiva, operan con estrategias similares. Ellos han comprendido que deben atacar por cuatro flancos: intentar comprar voluntades y plumas, amenazar con retirar las onerosas cuotas de publicidad gubernamental que sostienen a tantos medios, ofrecer dádivas y amistades simuladas para acercar a periodistas a las mieles putrefactas del poder y, finalmente, orquestar golpes al interior de medios, conseguir despidos por presión política o por amenazas sutiles a cambio de beneficios empresariales que el gobierno controla de manera discrecional.
Por otro lado tenemos a los propietarios: empresarios dedicados principalmente a obtener dinero a través de uno o varios medios de comunicación que se convierten en cotos de poder importante. Esos propietarios una vez instalados en la credibilidad que el raiting les otorga, valoran a sus periodistas en la medida en que suman lectores, televidentes o radioescuchas, porque aunque la buena fama se la ganan las y los individuos, el medio, siendo su altavoz, se convierte en socio victorioso de ese prestigio. Es un ganar-ganar hasta que comienzan las batallas por el poder. Las y los periodistas, conductoras o reporteros que han hecho una carrera propia, de pronto se descubren maniatados por el propietario del medio, que condiciona su libertad, que decide si pueden o no tener Blog y redes sociales o investigar a todos los políticos por igual.
Tal es el caso de Carmen Aristegui y su equipo de reporteros y reporteras, ellas y ellos revivieron a MVS, le atrajeron seguidores, credibilidad, mejoraron sus ventas, rescataron a un medio para que se convirtiera en un ejemplo del servicio informativo a la sociedad amplia. Sólo entonces comenzó la batalla por el poder, por desacreditarla para controlarla, la exigencia de absoluta exclusividad, la estrategia de aislamiento bajo un modelo empresarial que considera a los periodistas su propiedad; obedientes empleados que deben responder a los intereses, a veces transparente y otra veces opacos, de la empresa. Sí, son una empresa, pero no fabrican autos, producen información socialmente útil, de allí que se deban a un código ético diferente porque están inherentemente ligados a los Derechos Humanos y a la libertad de pensamiento como ejes de la democracia ciudadana, protegida por leyes nacionales e internacionales.
Los medios de comunicación no deberían convertirse en cómplices del apartheid informativo que los gobiernos corruptos pretenden establecer para aislar a la sociedad y silenciar el disenso.
En este contexto la indignación por el despido de la gran periodista Carmen Aristegui y de los los reconocidos y respetables reporteros Daniel Lizárraga e Irving Huerta (quienes investigaron los casos La Casa Blanca, Tlatlaya, Ayotzinapa y la mansión de Videgaray), responde a la certeza de que hay una represalia por haberse metido con el presidente y su operador principal; lo cuál parece acertado, ya que Eduardo Sánchez ex consejero y abogado de Joaquín Vargas, propietario de MVS, asumió en estos días el cargo como Coordinador General de Comunicación Social de Presidencia de la República. Curiosamente Vargas en este contexto descalificó a Carmen sin llamarla en privado y despidió a los reporteros quedándose con sus discos duros y toda la información de sus investigaciones; más tarde redactó un convenio a modo para forzar la renuncia de la propia Carmen, y finalmente la despidió.
Nadie puede negar que la información y la comunicación se han convertido en fuerzas motoras de la reorganización política y social; ahora más que nunca el poder y la articulación económica dependen del acceso inmediato a información auténtica y diversa. Aun en países como México, con elevados niveles de impunidad, el buen periodismo de investigación pone sobre la mesa elementos para el debate, afecta las dinámicas financieras e incita a la reacción social en defensa de los derechos humanos, de la justicia y la paz; logra que millones de personas se sientan escuchadas y sus preocupaciones validadas.
Al periodismo no le corresponde incitar a la Revolución, pero sí le concierne mostrar los hechos para que la sociedad forme su opinión, incluso para que descubra si está siendo obligada a mirar un mundo monocromático que pretende legitimar un modelo económico y político dominante cuya misión es asegurar la sumisión social, el desánimo paralizante que causa el saber que no tenemos poder contra quienes manejan nuestros recursos, que deciden sobre nuestra seguridad, nuestra vida, nuestro futuro y ponen precio al agua que bebemos.
Los medios en México están en riesgo de facilitar un poder autocrático en el que un pequeño grupo domina el discurso público y descarta toda posibilidad de diversidad discursiva y de análisis, lo cuál impide a las y los ciudadanos tener acceso al poder para la toma de decisiones que la constitución y la democracia les confieren. Es decir, los medios de comunicación que se someten a las reglas del poder político corruptor, terminan por convertirse paradójicamente en censores, en patológicos reproductores de un discurso monolítico que narra solamente lo que conviene a un pequeño grupo de miembros de poderes fácticos cuyo interés no es servir a la sociedad, sino engañarla para seguirse nutriendo del poder. Esos medios traicionan a la sociedad que les otorga su confianza y gracias a la cuál cotizan mejor en la Bolsa de Valores.
El buen periodismo cuesta caro, en un mundo regido por el capitalismo, en que los servicios, la educación, alimentación y la salud no son gratuitos es injusto y ridículo exigir que las y los periodistas profesionales regalen su trabajo, su inteligencia y su tiempo.
Quienes celebran la libertad de los Blogs particulares no comprenden los gastos onerosos que implica mantener un medio independiente con reporteros profesionales, con diseñadoras, editoras y fotógrafos, que contrasta fuentes y paga investigaciones de largo aliento, que implican viajes y cientos de horas invertidas en cada tema.
El periodismo profesional en México es un trabajo de tiempo completo, una forma de vida, y en ocasiones, una misión democratizadora.
Minimizar el aniquilamiento de la libertad de prensa y de la autonomía económica para poder ejercer esta profesión, es hacerse cómplice de un Sistema que busca la opacidad para tener el control absoluto de la decadencia asimilada.
@Lydiacachosi
Foto: Edgard Garrido, Reuters y Pedro Anza/Cuartoscuro
Ver anterior: La agresión a Carmen Aristegui por Méxicoleaks

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