jueves, 17 de diciembre de 2015

El Grupo Clarín analiza ajustes a su plan para vender varios de sus medios

Debido a que los valores de las radios, señales y canales a vender eran otros cuando elaboró su plan de desinversión y también pide un trato similar al de Telefe, América o Grupo UNO
Por: Andrés Sanguinetti asanguinetti@cronista.com
El Grupo Clarín decidió ajustar su plan de adecuación a la Ley Audiovisual que presentó hace más de dos años ante las anteriores autoridades kirchnerista.

Ayer, el directorio del multimedios envió un documento a la Bolsa de Comercio anunciando la realización de una asamblea extraordinaria de accionistas para el 12 de enero con el objetivo de considerar la “suspensión” de su propuesta de desinversión voluntaria que dio a conocer el 4 de noviembre de 2013 y por el cual dividió su estructura en seis unidades para escindir y poner a la venta. El plan fue pergeñado para evitar un desguace compulsivo que igualmente luego ordenó la Autoridad Federal de Comunicación Audiovisual (AFSCA) todavía conducida por Martín Sabbatella. También para hacer caso al fallo de la Corte Suprema que declaró constitucional la Ley Audiovisual y avaló, entre otras cosas, la desinversión y la división a la que debe ajustarse.

Sin embargo, por cuestiones monetarias vinculadas al cambio de escenario económico y al valor de sus activos, y para lograr un trato igualitario ante los planes presentados por otros multimedios, Clarín estudia variantes para desinvertir.

En el escrito, Clarín asegura que su plan se basó “en un pilar fundamental: trato igualitario en los términos del artículo 16 de la Constitución Nacional”. Lo recuerda debido a que la AFSCA permitió a otros grupos interpretar de manera más favorable la Ley Audiovisual. Como ejemplos menciona a Prisa; Grupo Indalo; Grupo Moneta; Supercanal; Telefe y DirecTV que, según la mirada de Clarín, no fueron sometidos a la misma presión para desinvertir generando un trato discriminatorio.

Por eso ya acusó a la AFSCA de haber permitido a otros multimedios presentar propuestas “aparentes” de adecuación, “que en la mayoría de los casos nunca llegaron a instrumentar con la obvia aquiescencia de la AFSCA que manipuló las normas para evitar aplicar la Ley 26.522, a todos, excepto a la sociedad”.

También recuerda haberse reservado “derechos para modificar la propuesta en caso que la AFSCA permitiese y/o autorizase una interpretación más favorable de la norma respecto de cualquier otro licenciatario”. Agrega que “la sociedad y sus subsidiarias debían y deben tener acceso a los mismos mecanismos de adecuación garantizados a los demás licenciatarios que no accedieron a la suspensión judicial de la aplicación de la Ley 26.522”.

También señala que mantuvo conversaciones con varios grupos nacionales e internacionales para vender varios de sus medios “en el marco imperante en ese momento en la Argentina: valor de activos negativamente afectado por el riesgo país; restricciones al acceso al mercado de divisas; limitaciones regulatorias generadoras de desventajas competitivas; limitaciones en la inversión y financiamiento y, las contingencias generadas por los diversos órganos de contralor sobre los activos en consideración”.

Además se cuestionan los plazos otorgados por la AFSCA para ejecutar la desinversión y acusan al organismo de tener “un trato arbitrario y discriminatorio a través de resoluciones y notas en virtud de las cuales denegó la prórroga del plazo para cumplir razonablemente con la implementación del plan; rechazó el pedido de modificar o rectificar la propuesta para la Unidad 4 dado que, de acuerdo a ciertos precedentes del organismo, se permitiría aplicar las limitaciones para ser titular de señales cerradas de televisión a las licenciatarias y no así a sus socios y coronó su hostilidad con la sanción de la Resolución AFSCA Nº 1121/2014 que rechazó las escisiones propuestas de la sociedad y Cablevisión, las transferencias accionarias y dispuso la transferencia de oficio”.

Para Clarín “la sociedad y sus subsidiarias no recibieron igual trato pese a hallarse en idéntica situación a la de otros grupos de medios”. Añade que las demoras por parte de la AFSCA y de otros entes regulatorios en aprobar su plan, y los litigios judiciales hicieron que los valores de venta de las unidades 3, 4, 5 y 6 “perdieran vigencia”. De todos modos, mantiene las negociaciones con los grupos interesados, aunque busca modificar los valores de los activos a vender ya que el contexto al momento en que tales ofertas fueron negociadas y aprobadas por los accionistas “era muy distinto al actual”. Para el directorio de Clarín las ofertas “no resultan hoy convenientes” y por eso propone a los accionistas “renegociarlos de modo de salvaguardar el valor patrimonial de la sociedad que fue uno de los pilares en los que se basó el plan de adecuación”. Y sostiene que si se tomaran como referencia los planes de Telefe o DirecTV, Clarín podría conservar la titularidad indirecta de servicios y unidades a desinvertir, “en la medida que cada una de estas se ajuste a los límites de multiplicidad de licencias establecidos por la Ley Audiovisual, resultando en una situación más favorable para el interés de los accionistas”. Pero pide una nueva valuación para los activos que se decidan vender.

La encrucijada de cómo deshacerse de Sabbatella y Berner
La negativa de Martín Sabbatella a renunciar a la Afsca mantiene al Gobierno en una encrucijada acerca de cómo sacarse de encima a uno de los funcionarios heredados de la gestión kirchnerista junto con Norberto Berner, titular de la la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y Comunicación (AFTIC). Y mas allá de haber traspasado el control de ambos entes al nuevo Ministerio de Comunicaciones, la idea es disolver los dos entes. La decisión está basada en la necesidad de aplicar políticas modernas y a que los medios de comunicación y el sector de las telecomunicaciones deben estar bajo normas comunes.
Fuente: El Cronista

Críticas de Clarín a la adecuación aceptada por AFSCA a otros grupos

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