miércoles, 7 de junio de 2017

"El periodismo debe contribuir a erradicar la violencia de género"

En el Día de lxs periodistas como profesionales de la comunicación nos hemos propuesto debatir las coberturas sobre violencia de género, especialmente los femicidios.

Creemos que es fundamental revisar y repensar nuestras prácticas para erradicar la violencia de género porque así nos lo propusimos al conformarnos como red, hace diez años, con el convencimiento de que no solo debíamos incluir en nuestras coberturas la violencia de género sino que además su abordaje debía ser desde un enfoque de derechos humanos. Porque no solo hacemos periodismo con perspectiva de género (y disidencias) sino también hacemos “periodismo feminista”.

En estos diez años hemos trabajado en la redacción de dos decálogos para el tratamiento periodístico de la violencia contra las mujeresla trata de personas con fines de explotación sexual, ambos herramientas para una cobertura periodística con enfoque de género y de derechos humanos.

Registramos que se multiplicaron los medios autogestivos que comunican desde una perspectiva de género, instituciones y organizaciones se capacitan para lograrlo, las universidades van incluyendo en sus currículas la temática, sus alumnos y alumnas muestran un mayor interés en el tema al incluirlo en sus prácticas, tesis y tesinas. Hay un interés y una responsabilidad que se incrementa y rescata nuestro trabajo.

No somos sólo l@s periodistas quienes cuestionamos las malas coberturas, las audiencias comienzan a denunciar los tratamientos superficiales que apelan a la conmoción más que al análisis de las situaciones, las noticias que suelen poner el acento en el morbo si se trata de famos@s, sin encarar la cultura patriarcal que sostiene las situaciones de violencia, lo que serviría para hacer prevención.

Y el “activismo feminista en redes” de las más jóvenes emprenden la denuncia de la violencia simbólica que incluyen los contenidos mediáticos.

Si bien se logró dinamizar los debates sociales y políticos sobre violencia y medios, resta considerar las situaciones de violencia machista como exponentes de una desigualdad estructural. Hacerlo sería un salto cualitativo en el enfoque y en la construcción de las notas.

Observamos que el tratamiento del tema incluye cada vez más la presencia de especialistas que aportan otros enfoques y una mirada más profunda de los hechos de violencia.

Destacamos también la mayor incorporación del número 144 en las notas, un recurso inmediato a quienes necesiten denunciar o asesorarse sobre la problemática.

Sin embargo no se logró aun reconocer el maltrato, la violación y asesinato de personas feminizadas como expresión del odio y del poder machista, similar al que se reconoce en los casos de femicidios.

Y observamos que algunos femicidios logran mayor visibilidad en los medios metropolitanos de alcance nacional, mientras otros son ignorados probablemente por la conjunción de varios factores: hechos noticiables en agenda, coyunturas nacionales y/o metropolitanas, discriminaciones geopolíticas, etáreas, de clase, posición o situación social y económica.

Creemos que hoy es un momento oportuno para hacer balances y capitalizar la potencia de los Encuentros Nacionales de Mujeres que han articulado las demandas, incorporado al debate político los derechos de las mujeres y la movilización social que generó el “Ni una menos” en Argentina que modificó la presencia del tema en la agenda mediática.

Es necesario involucrarnos como periodistas en el análisis de la realidad social, desde una perspectiva de derechos humanos observando el rol del Estado como garante de los mismos.
Fuente: Red Par

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