El directorio de TelAm lamenta la arbitrariedad con que reaccionó uno de los tres sindicatos que representan a los trabajadores de la agencia, SiPreBA, en medio de las negociaciones paritarias y mientras estaban desarrollándose reuniones con el gremio que tiene la personería, SiTraPren.
A la vez, desmiente que se hayan dispuesto dos despidos y, menos aún, que se tome cualquier decisión por razones “políticas e ideológicas”: aquí se trata del vencimiento de contratos trimestrales de dos periodistas, cuyas condiciones fueron aceptadas previamente, y que no excluye la posibilidad de que en algún momento puedan volver a trabajar en la agencia.
Es irresponsable agitar el fantasma de “la persecución política, sindical y de disciplinamiento”, como hace SiPreBA, de amplia tolerancia en la gestión anterior de TelAm, caracterizada por la censura, los contenidos digitados desde el poder y la propaganda oficialista disfrazada de noticia.
Es absurdo hablar de “intolerancia” cuando hoy se publican todas las notas que cumplan con el requisito de tener calidad informativa, ser imparciales y no responder a ningún fin ideológico.
Es de mala fe atribuirle a este directorio la “exigencia de una relación militar de mando y obediencia” con los trabajadores, aunque hace falta que el sindicato entienda que no es el propietario de la agencia ni puede adueñarse de sus contenidos como si Télam fuera una cooperativa, sino que son las autoridades legalmente designadas las que deben hacen cumplir los objetivos de profesionalismo y pluralidad en la agencia pública de noticias, financiada con los recursos que provienen de los contribuyentes.
El directorio también quiere ratificar su respaldo al gerente periodístico, Daniel Capalbo; al subgerente periodístico, Luis Sartori, y a la subgerenta de Nuevas Tecnologías, Magdalena Cash, que son nuevamente el eje de ataques injustificados de un sindicato que hace predominar las cuestiones ideológicas antes que las profesionales.
Y precisamente son los criterios profesionales los que deben predominar en una agencia pública de noticias que quiere ponerse de pie y recuperar su credibilidad, en el contexto de un mercado periodístico en la Argentina con notorios signos de crisis, que por suerte no se manifiestan en una TelAm con un nivel de empleo y de salarios que están por encima del promedio de la actividad.
Por eso creemos que no hay motivos objetivos para declarar paros ni para sostener actitudes desafiantes ni hostiles, pero sí fuertes razones para seguir apostando al diálogo, con tolerancia, buena fe y ganas de que TelAm vuelva a ser un sinónimo de buen ejercicio del periodismo.
Ver anterior: Paro por despidos, salarios y publicidad en TelAm, Debemos apostar a un diálogo sin conductas arbitrarias, pide el directorio de TelAm, Contra los despidos y la censura, por el derecho a la pregunta en TelAm, En TelAm: No hay defensa más cobarde que un ataque patronal
